La flexibilidad horaria es una de las medidas estrella en materia de conciliación que pueden ofrecer las empresas a sus trabajadores ya sea voluntariamente u obligadas por su convenio colectivo. Aunque en apariencia se trata de una medida sencilla que consiste en ofrecer un cierto margen en los horarios de entrada y de salida (o también en la comida) para que los trabajadores puedan conciliar mejor su vida personal, familiar y laboral puede acabar convirtiéndose en un quebradero de cabeza para su empresa.
Y es que planificar la actividad de su empresa con empleados saliendo y entrado a distintas horas puede llegar a ser una labor muy complicada, y más tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que determina que si los términos de disfrute del horario flexible no están bien definidos, no pueden introducirse posteriormente nuevos requisitos o condiciones a los empleados como puede ser que éstos comuniquen previamente qué horario van a hacer en cada momento.
Por eso, si su empresa ofrece horario flexible (o tiene pensado hacerlo) es conveniente que tenga muy en cuenta nueve reglas estratégicas para evitar que una medida en apariencia inofensiva acabe suponiendo un lastre para su empresa. Éstas son sólo dos de ellas :
A la hora de fijar los términos de disfrute de la flexibilidad horaria, es aconsejable que lo haga por escrito y que defina perfectamente las condiciones, requisitos y forma de disfrute. Especifique asimismo si es necesario que el empleado preavise con un mínimo de antelación de cuál va a ser el horario que va a realizar diariamente y de qué manera deberá formalizar el preaviso (a través de la intranet, comunicación por e-mail…). También puede fijar horarios de obligada presencia (por ejemplo, que entre las (…) y las (…) horas, todos los empleados deberán estar obligatoriamente en su puesto de trabajo). Otra opción que puede plantearse es la posibilidad de denegar el horario flexible en casos concretos como reuniones, encuentros con clientes o proveedores que deban celebrarse a una hora determinada…
Si su empresa decide implantar el horario flexible voluntariamente, para evitar que esta práctica se convierta en un derecho adquirido para sus trabajadores deberá dejar claro que la medida podrá ser revocada en cualquier momento, que se trata de una mejora concedida voluntariamente por la empresa y que podrá revisarse su utilidad o conveniencia cada cierto tiempo (por ejemplo, anualmente). Si no lo hace, luego su empresa no podrá eliminar el horario flexible unilateralmente y para modificarlo o revocarlo tendrá que recurrir obligatoriamente al procedimiento de modificación sustancial de las condiciones de trabajo (art. 41 del ET).
