El derecho sobre la propiedad de tu marca empieza cuando la registras.
¿Por qué debemos registrar nuestra marca? Esta necesidad surge cuando intuimos que nuestro negocio va a tener cierta relevancia en el mercado en el que se mueve, por lo que conviene proteger el nombre comercial para que otros no se aprovechen de nuestra reputación haciendo uso de él. Si no lo registras te arriesgas a que te lo quite la competencia, un lance necesariamente fatal para tu negocio.
Cuando iniciamos un negocio, estamos invirtiendo recursos monetarios, sueños, tiempo, metas, ideas, creatividad, etc., lo cual es un trabajo muy valioso, por lo que tener constancia de esa pertenencia es importante. Al registrar una marca, obtienes:
- Propiedad de la marca.
- Uso exclusivo del nombre.
- Protección contra terceros que usen una marca igual o similar.
- Credibilidad para la empresa.
- Puedes licenciar, franquiciar o vender tu marca.
- Es un valor intangible para tu negocio.
- Duración de su protección.
Las ventajas de tener una marca registrada se resumen en poder hacer un uso exclusivo del nombre y, por tanto, impedir que terceros puedan comercializar productos idénticos o similares con esa misma marca o utilizando una marca tan similar que pueda crear confusión. Por lo demás, si el titular no registra la marca, otras personas, incluso otras empresas, podrían utilizar (a sabiendas o sin ser conscientes de ello), para sus propios productos, el mismo signo o un signo semejante que induzca a confusión.
Tener una marca registrada significa que nadie más puede utilizarla sin nuestro consentimiento.
¿Para qué registrar una marca? La constante necesidad de lograr que nuestra marca cobre notoriedad en el mercado, para lo cual invertiremos muchas horas de trabajo en marketing y publicidad, hacen sumamente importante proteger esta inversión respecto a la marca desde los inicios del proyecto.
Nuestra recomendación para todo emprendedor es que proteja sus derechos de propiedad intelectual, mediante el Registro de su Marca ante la Oficina de marcas correspondiente, como por ejemplo, la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
